14 NOVIEMBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Zamora (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 51.200
Fecha de diario
2023-11-14
Referencia
10124

DIARIO DE VIAJE: a Castilla León Oeste.
Miércoles: veinte de Septiembre de dos mil veintitrés
Día 3.2

… Después de visitar las naves del interior y las sucesivas capillas e imágenes, que no se diferenciaban demasiado de otras, al menos en mi mirada, que no deja de ser insoportablemente leve, como mi ser; me dirigí al Museo Catedralicio (en todas las catedrales y templos importantes existen estos lugares riquísimos en cuanto a obras expuestas), y en este caso, albergaba una soberbia colección de tapices. No sé por qué, siempre me lo he preguntado, nunca he sido sensible a este soporte expresivo. Si me paro frente a ellos y observo despacio, como fue el caso en esta mañana, llego a percibir la riqueza y perfección con la que están creados, pero de ahí no paso, a mi emoción no suelen llegar nunca. El arte textil no traspasa ninguna capa sensible, lo que demuestra, al menos en mi caso, la importancia de los soportes para llegar a la emoción, más allá de los contenidos. O dicho de otro modo: en arte, para mí, prevalece la forma y la materia sobre el concepto. Aunque, no sé, tendré que pensarlo un poco más. Se exponía una colección de tapices franco-flamencos de los siglos XV y XVI, impresionantes, espléndidos; pero allí se quedaron, no se vinieron conmigo en el recuerdo, salvo en algunas fotos.
Mi tiempo en Zamora tocaba a su fin. No había visto todo lo que merecía la pena de la ciudad porque no soy un turista exhaustivo, si no, más bien, un tanto superficial, y que, además, tiene los días de viaje contados, por dos sustanciales razones: bajo presupuesto y, lo más importante, mi cuerpo y mi ánimo no están preparados para viajes largos; a partir de ahí, cuando empiezo a cansarme, me vuelvo. Después, cuando cuento los días, llego a la conclusión de que el viaje, como siempre, me ha salido corto. Para que mejor se entienda: nunca podría dar una vuelta al mundo y ni siquiera a un continente, y ni siquiera a un país entero. Todo me resulta demasiado grande desde mi pequeñez. Me agobio e impaciento. Quizá es porque vivo satisfecho en mi pequeño horizonte cotidiano. Concluyo: como en mi cama no duermo en ninguna parte…
La Fotografía: Como siempre y en todas partes, a pesar de que tan solo eran las diez y media, el museo se llenó de viejos (más viejas que viejos), y yo con ellas. Hice varias fotografías de tapices observados por las visitantes de la edad tardía (en contraluz, para mí las mujeres ya son un perpetuo contraluz, mejor así), que, sin ningún género de duda, mostraban mayor capacidad de observación y admiración por los tapices que yo, que sin duda lo merecían.

Pepe Fuentes ·