25 NOVIEMBRE 2023

© 1952 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
1952
Localizacion
Nicolás Fuentes y Luisa Luján, en su boda
Soporte de imagen
DIGITAL 50
Fecha de diario
2023-11-25
Referencia
10024

DIARIO ÍNTIMO  86.2
(Cinco generaciones de Fuentes)
Un día cualquiera.
Origen de los orígenes (memoria fotográfica de antes de nacer)

“Hay en el hecho de nacer un ausencia total de necesidad, que cuando se piensa en ello, con un poco más de detenimiento, a falta de saber cómo reaccionar, uno se limita esbozar una sonrisa pasmada”.  Del inconveniente de haber nacido. Emile Cioran
… A mis padres, un lejano día de noviembre de hace setenta y un años, les estaban saliendo muy bien las cosas. Las pocas fotografías que tengo del esplendoroso acontecimiento, en todas ellas, parecen actores glamurosos que están interpretando impecable y brillantemente el papel de su vida. Fueron plenamente felices ese día, estoy seguro.
Nueve meses después, nací yo (lo mismo fui engendrado en la noche de bodas, aunque no creo porque no he salido tan luminoso como su día, ni mucho menos).
Ahora, frívolamente, me pregunto: ¿mis padres llegaron vírgenes al gran acontecimiento de su boda? Creo que sí; antes era importante y mis padres fueron siempre obedientes con los imperativos sociales. Menos mal que esas terribles imposiciones hace muchos años que dejaron de existir.
Sospecho que los hijos de aquel tiempo, en muchos casos, no lo fuimos del irresistible amor, o mejor, de una arrebatada e incontenible pasión; sino más bien de un deslavazado y previsible guion escrito por otros desde tiempo inmemorial. Aunque, a fin de cuentas, eso es secundario porque lo importante venía después, a lo largo de los muchos años que duraban los matrimonios de entonces. Los de antes tenían una dimensión trascendente, casi dramática, diría, porque era algo que se asumía hasta la muerte, tronara o llovieran piedras. El matrimonio era serio y trascendente. Ahora no, ahora es ligereza, desenvoltura afectiva y hasta pura frivolidad. Menos mal. Lo de antes olía a condena y muerte en vida.
De cualquier modo, no es objeto de este diario hacer un estudio sociológico de los valores sentimentales de mediados del siglo pasado.
No, las entradas de estos días son solamente para relatar de dónde vengo y porqué. Y, en la parte final del cuento, de la dirección que ha tomado la vida de cinco generaciones de mi familia.
La Fotografía: Mis padres avanzan seguros y confiados por el pasillo central de una iglesia que ahora no sé cuál fue. Muy probablemente fue la misma donde me bautizaron, que no es otra que la de Santo Tomé, en mi ciudad. Un honor, porque esta iglesia guarda y expone una de las grandes obras pictóricas españolas del siglo XVI: El entierro del Conde de Orgaz, de El Greco. Algo es algo en mi biografía, indirecta y lejanamente unida, al menos en el espacio, a un grandísimo artista.

Pepe Fuentes ·