9 DICIEMBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Carracedelo (León)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2023-12-09
Referencia
10155

DIARIO DE VIAJE: a Castilla León Oeste.
Viernes: veintidós de Septiembre de dos mil veintitrés
Día 5.3

… Después de comer (tres de la tarde), me pregunté qué podía hacer en Astorga. Me dije que no lo sabía muy bien, pero que no me apetecía seguir en esa ciudad. Había un edificio de Gaudí, pero como no soy especialmente sensible a la obra de ese artista-arquitecto, podía prescindir de la visita tranquilamente. Reconozco la novedad y personalidad de su trabajo en la época en la que fue concebido: construcciones imaginativas, sorprendentes y siempre interesantes; pero en ese momento no me sentí inclinado a visitar su edificio, máxime teniendo en cuenta que tardarían más de una hora en abrir y que estaba ocupado por el Museo de los Caminos. Demasiado sabido todo: arquitectura y mística religioso-mitológica (todas religiones hacen casas para sus dioses desde siempre, pero estos nunca están, yo al menos que frecuento esas casas nunca me encuentro a ninguno).
Digresión: Por la ciudad se veían a muchas personas caracterizados de peregrinos del Camino. La vestimenta para ese menester es peculiar y fácilmente reconocible: conchas, cayados, mochilas, calzado deportivo, pero, sobre y por encima de todo, la expresión que adoptan los caminantes de estar inmersos en el lado bueno de la humanidad. Como no conozco a ningún peregrino, me he fabricado mi particular prejuicio que consiste en pensar que, en esa clase de humanos, se convoca a una especie de acendrada sabiduría (mientras hacen el camino se sienten sabios, seguro) que es mezcla de muchas cosas: sentido aventurero; espíritu de gesta única; ecologismo activo y ejemplar; comunión espiritual con el arte la historia y la tradición; espíritu solidario y gregario entre ellos mismos, humanos bienintencionados (según tengo entendido hasta duermen en albergues y hacen cosas parecidas); modernidad y buen rollo. Ah, e incluso, en el colmo de la virtuosa coherencia, hasta creyentes en el cuentecito del apóstol-héroe de espada fulgurante en mano a lomos de un alado caballo blanco; pero esos son los menos, seguro, por lo que el sentido de todo ese montaje se cae por sí mismo. Pero es bueno para la economía, además de un excelente antídoto contra el aburrimiento y falta de sentido en la vida (las de ellos, claro). Entonces, todo está bien así.
Con toda esa retahíla de arbitrarias conceptuaciones, tan aparentemente irónicas, solo quiero expresar que yo de esas causas y de la gente militante de las buenas razones nada quiero saber. Me son radicalmente ajenos. Me reconozco una incapacidad básica para entenderlos, así mil años viviéramos (ellos y yo). Fin de la Digresión.
El caso es que tenía que continuar viaje, y lo hice. Me fui de Astorga dando la espalda a Gaudí y a los peregrinos, en dirección a Carracedelo (76 Km), donde se encontraban los restos del Monasterio de Santa María de Carracedo, que visité, claro… bien mirado, yo también soy un peregrino, pero sin uniforme y sin fe en casi nada, ni siquiera en mí.
La Fotografía:  Antigua abadía románica, fundada en el siglo X por Bermudo II (El gotoso), perteneciente a las órdenes benedictina primero y cisterciense después. Sufrió la desamortización de Mendizábal y ahora solo conserva alguna de sus partes en buen estado (rehabilitadas, supuse): sala capitular, el refectorio y algunas otras partes aisladas. A pesar de la precariedad del conjunto mereció la pena llegar hasta tan apartado lugar.

Pepe Fuentes ·