DIARIO DE VIAJE: al Norte.
“Toda la regla de San Benito, que nos leían en el refectorio o que nosotros mismos releíamos, estaba impregnada de contención interiorizante. Así, en el capítulo cuarenta y tres, se leía: “En el instante en que se oyere la señal para el Oficio divino, dejando lo que tuvieren entre manos, acudirán a él con toda presteza, pero con gravedad, para no dar lugar a la desenvoltura”. Álvaro Pombo (Quédate con nosotros, señor, porque atardece).
Segundo día, lunes, veintidós de abril de dos mil veinticuatro (6)
… Llegué a las cuatro y cuarto al Monasterio Cisterciense de San Andrés del Arroyo (9 km, desde Alar), por una carretera que se estrechaba progresivamente hasta convertirse en camino. El entorno era de pleno campo con un riachuelo ribeteado por chopos y algunas majadas abandonadas. El grupo de edificios que constituían el enclave monástico se ordenaban en torno a un recinto amplio de tierra conformado por construcciones, muros alrededor y algunos cipreses.
Me dirigí a lo que parecía la puerta de entrada principal (ahora, también hostería), aprovechando que se disponía a entrar una mujer joven, que se volvió hacía mí y me preguntó en un tono poco amistoso qué quería. Contesté que pretendía visitar el Monasterio y me señaló una construcción con arcadas donde se encontraba una tienda de artículos artesanales (cerrada). Me dijo que esperara allí a que me atendieran. Al rato, una monja me abrió la compuerta de madera que daba a un mostrador. Me dijo que había una visita guiada a las cinco y que mientras podía visitar la Iglesia. La entrada me costó 5 €.
Visité la Iglesia, de muros vacíos y apenas decoración, penumbrosa y silenciosa. Salí a hacer tiempo para la visita. No había nadie por ningún lado.
“Fundado por La comitissa et abbatissa donna Mencie (condesa y abadesa doña Mencía), hija de Lope Díaz I de Haro, señor de Vizcaya y alférez del rey, y su segunda esposa, Aldonza Ruiz de Castro. Doña Mencía nació en torno a 1155 y se desposó con el conde Álvaro Pérez de Lara, quien falleció en 1173, lo que motivó a la joven viuda a emprender la fundación de un monasterio cisterciense, en el que ocupó el cargo de abadesa hasta su fallecimiento en 1228 o 1229”. Fuente: de alguna publicación en Internet, que ahora no recuerdo.
La construcción se inició en el s XII. Al mismo tiempo que comenzó la rama femenina cisterciense en la península… acogidas a la estricta regla de San Benito “Ora et Labora”.
La Fotografía: Esperé tranquilamente casi media hora en un banco al sol, sin que llegaran visitantes. Mientras, hice alguna fotografía, como esta, por ejemplo.