4 FEBRERO 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
Grada Kilomba, Museo Reina Sofía. Madrid, (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 102400
Fecha de diario
2025-02-04
Referencia
10712

MONÓLOGOS SOBRE ARTE 24.4
“Creo que los espectadores vendrán a contemplar el ahora, a reflexionar en las preocupaciones del presente, y también a crear y recibir el vocabulario o un alfabeto visual para superar la violencia”. Grada Kilomba
Viernes, treinta y uno de enero de dos mil veinticuatro

… Kilomba es doctora en filosofía, además de brillante y célebre artista plástica y performativa. Por si fueran escasos estos gloriosos atributos, es una mujer bella, atractiva, de gran clase. En el colmo de las muchas virtudes que la engrandecen como persona, sabe sonreír. Rasgo personal y gestual de capital importancia porque es el medidor infalible de la satisfacción.
Por eso me pregunto qué me impulsa a que me esté ocupando durante tantos días en diseccionar su muestra y propuesta, tan fuera del alcance de un diletante como yo y, por lo tanto, cosa de poco por superficial y esporádico. No lo sé, supongo que porque algo tengo que hacer para no morir mañana. Repito mucho esta determinación hasta convertirla en una seña de identidad propia. “Ser, es hacer”. Dijo Immanuel Kant
Quizá sea mentira, y hasta Kant estaba en un error porque hasta la premisa me parece engañosa.
Así que mucho mejor (donde va a parar), que se explique Grada Kilomba, que es la que realmente ha hecho lo que ha hecho: moral, singular y bello:
“…Utilizo materiales muy naturales, desde rocas a arena, pasando por algodón, también vídeos digitales con coreografía y danza, de modo que hay presencia humana en esta materialidad muy antigua que está aquí desde hace millones de años, como las piedras. Pero siempre existe esa contradicción entre el cosmos, muy presente y lo muy frágil como el cristal. Y nosotros somos este cristal, este breve momento, muy frágil de una existencia muy universal y grande. Y de eso trata esta exposición”.
No me cansé en absoluto recorriendo las salas; sin embargo, ahora, revisitándola intelectualmente me siento agotado. Inevitablemente, me ha fatigado la incansable repetición de obviedades morales.
No me siento destinatario del discurso admonitorio y didáctico de la artista, nunca que ahora pueda recordar o racionalizar he actuado discriminatoriamente; nunca ha formado parte de mi presupuesto sociológico, ideológico o moral.
Sus lecciones a través de las muchas palabras que traía en su maleta han provocado que el aliento que impregna sus formas, tan poéticas y fascinantes, perdieran longitud de onda estética para mí por culpa de los dichosos conceptos, abusivamente moralistas.
Creo que la sociedad contemporánea occidental ya ha superado determinados conceptos-fuerza de los que ella se sirve como vertebradores de su trabajo. Claro, que la humanidad tiene infinitos aspectos a mejorar, pero el postcolonialismo, no me parece uno de ellos, porque en el vertiginoso mundo que habitamos eso ya nos queda lejos como realidad social. Ahora, simplemente, es la más elemental supervivencia la que se impone imperiosamente.
De cualquier modo, me alegró infinitamente conocer su trabajo…
La Fotografía:Un sorprendente contraste entre piedras macizas y cubos negros pulidos que invita a los espectadores a contemplar la intersección de las injusticias del pasado y las posibilidades del futuro…”. O más bien necesidades perentrorias, diría.
Me gustó la escenificación desplegada en esta sala. Me gustan las piedras, todas.

Pepe Fuentes ·