16 MARZO 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
Feria de arte Arco, 2025. Madrid (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 8000
Fecha de diario
2025-03-16
Referencia
10751

MONÓLOGOS SOBRE ARTE 26.7
Sala Consejo (Arco 2025). Componer un poema propio.
¿Es posible, al mirar a quien mira, intuir qué es eso de que está mirando? ¿O es que lo que vemos cuando miramos depende siempre de quiénes somos?
El espectador -dice Ranciere- compone su propio poema con el poema que tiene delante. En esto se parece al traductor, pero también al poeta. Mirar es entonces mucho más que arrastrar los ojos por una superficie. Al mirar también hacemos otras cosas: elegimos, interpretamos, imaginamos…Llenamos los vacíos.
Colectivo de graduados de estudios de comisariado. Universidad de Navarra
Sábado, quince de marzo de dos mil veinticinco

… En Arco, me gusta mirar a los que miran (visitantes); o a los que muestran y venden (galeristas). A veces, dependiendo del momento y de lo que esté sintiendo, también, fotografiarlos. Sin nosotros y ellos la representación sería inconcebible.
No puedo imaginar ese enorme escenario con miles de obras iluminadas, pero sin visitantes ni galeristas.
¿Cómo podría sentirse un visitante absolutamente solo, obligado a visitar todas las galerías, una a una, abriéndose paso por un espeso vacío y un ominoso silencio? Probablemente sufriría alucinaciones, o ataques de ansiedad, o un inmenso y abrumador tedio.
O se convertiría en un descreído del arte y nunca más asistiría a una escenificación o muestra de arte contemporáneo.
Asisto regularmente a muestras artísticas, clásicas o contemporáneas, con ganas y disfruto mucho en ellas. Pero, siempre junto a otros espectadores que llenan mis propios vacíos frente al que pueda sentir al contemplar las obras expuestas.
Sí, algo parecido a cuando acudo al teatro o a un concierto. Me pregunto ¿percibiría lo visto igual sin nadie alrededor? Tal vez sí, quiero pensar, supongo. Estoy acostumbrado a no hablar con nadie en los espectáculos a los que asisto, pero, aun así, posiblemente el vacío modificaría las perspectivas de mi mirada y las sensaciones experimentadas.
La tarde del lluvioso sábado, la feria se encontraba abarrotada de gente, lo que sentó muy bien a mí desangelado espíritu y a mis ganas de fotografiar. Es a lo que había ido.
La Fotografía: ¿Qué mira el hombre joven del primer plano, o el más joven todavía del fondo? No lo sé, parece asombrado el primero e impasible el segundo. La presencia y disposición gestual de ambos me pareció que estaba más allá de la mera representación casual o natural para transformarse en arte en sí misma; o al menos es lo que activó mi necesidad de pulsar el disparador de mi cámara. Ese gesto es impulsivo, súbito, puro instinto. Luego, en el silencio y quietud de mi estudio, llega el momento de gozar de la imagen. Probablemente, sin cámara, a Arco, ni siquiera iría. Soy el operario anónimo y gris al servicio de mi cámara, sin ella, ni eso.

Pepe Fuentes ·