3 JULIO 2025

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Agrigento, Escala del Turco, Sicilia (Italia)
Soporte de imagen
-DIGITAL 1250
Fecha de diario
2025-07-03
Referencia
10913

DIARIO DE LA BELLEZA 10
“La vida sin pasiones solo es supervivencia. Y la pasión importante es enamorarse de otro ser humano, poner en sus manos tu vida”. Manuel Vilas
Martes, uno de julio de dos mil veinticinco


Hoy, por la mañana, he asistido a mi última sesión de fisio en mi pie izquierdo. No me ha servido de nada. La terapeuta, todo lo que ha hecho ha sido al buen tuntún, sin interés ni concentración (mi pie izquierdo le importaba una mierda). Es más, su mala educación ha llegado tan lejos que cuando me he ido (para no volver jamás), ni siquiera se ha despedido. Yo tampoco de ella. Como si no nos hubiéramos visto nunca.
Después he ido a recoger unos medicamentos para una de las eternas e incurables enfermedades de Mi Charlie, y la experiencia ha sido todo lo contrario de la anterior: una mujer jovencísima y angelical, me ha despachado con una simpatía y confianza absolutamente encantadora. Esto me hace pensar en lo obvio: las gentes con las que nos encontramos en un día cualquiera, o bien te amargan el momento de la experiencia que compartas con ellas o te hacen sonreír complacidamente. En consecuencia, a la gente desagradable (son los más), mejor ni mirarlos; por el contrario, a los buenos, sonreírles y agradecerles su presencia en nuestra vida, aunque solo sea accidentalmente y durante unos instantes. Ese ejercicio se llama empatía y a mí me viene bien porque soy de trato agradable y simpático.
Luego he ido al dentista y muy bien: una doctora joven que me implantará una muela me ha tratado con amable deferencia y coloquialmente. Hemos hablado con ligereza y brevemente sobre el paso del tiempo. Casi hemos estado de acuerdo en todo. Es una mujer que me ha conquistado porque me habla de tú con una naturalidad amigable. Junto a ella, la ayudante, que se asoma peligrosamente a la edad provecta, aunque todavía no haya llegado por fuera, pero sí por dentro, se dirige a mí con un rígido y severo usted. Odio a esa mujer y no quiero saber nada ni de ella ni de su supuesto trato de “respeto”, que no, que es distancia preventiva ¡qué desagradable!
Volví a mi casa, y después de comer me dispuse a descansar del inhumano bochorno veraniego.
Entonces recibí unos mensajes de R, que me parecieron poco alentadores, o sí, no sé. Luego, a media tarde, activamos la mensajería, pero fue como una loca huida hacia delante por una carretera en mal estado con curvas y más curvas y todas peligrosísimas. Estuvimos a punto de caernos por cualquier barranco (conducía ella).
Es deseable y conveniente que todo salga bien y que el viaje acabe felizmente. Creo yo.
Las relaciones humanas, especialmente en las que se ha implantado el germen del amor, para ver si prende, son de una fragilidad e improbabilidad amenazante. Una inoportuna corriente de aire, un umbral de luz inadecuado, agua por exceso o defecto, temperatura inapropiada o cualquier otra circunstancia, por leve que sea, puede hacer que la supervivencia de esa preciada planta se malogre, se agoste o reblandezca hasta la pérdida de vitalidad.
La Fotografía:  La Escala del Turco, en Agrigento, Sicilia. Fue un viaje experimental con el amor y la belleza como telón de fondo, hace poco más de tres años ya. La tarde anterior fue para mí el momento más feliz del viaje; todo el tiempo fotografiando y disfrutando del Valle de los Templos y de las fabulosas esculturas mitológicas echadas en el suelo, de Igor Mitoraj. Ese viaje también fue de prueba amorosa, pero ya sentenciada y condenada al fracaso. Ambos lo sabíamos. En Agrigento, el viaje no había terminado, pero nuestra historia sí. Así fue, solo que un poco más adelante en nuestra ruta de circunvalación de la isla, en Taormina, el penúltimo día de viaje, por la mañana. El día siguiente, por la tarde, dejé a mi amiga (que ya había dejado de serlo) en la puerta de su casa y hasta siempre. Nunca más nos hemos visto ni hablado. Fue triste, solo para mí. Quizá porque yo era el único sentimental de los dos.

Pepe Fuentes ·