"En su silencio están las voces desvanecidas; en su tierra reseca, los pasos perdidos en el crepúsculo de los días…". Rafael Argullol
…Este asunto de –lo que (creo) he dejado atrás en fotografía-, me puede dar mucho de sí, pero ya estoy cansado y aburrido de hablar de fotografías que no me entretienen, y que ahora me parece que no lo han hecho nunca; aunque de eso no estoy seguro. Otra de las series cuestionadas, aunque menos que las dos anteriores, es: -Sitios abandonados- y la razón esencial es que las fotografías que la integran me gustan más. Además, la temática en sí, se presta a una mayor complejidad fotográfica y literaria. Conceptualmente pueden intervenir exaltaciones elegiacas, reflexiones sobre el paso del tiempo, la lírica de lo perdido, de lo olvidado, la belleza de lo ya inútil, y un sinfín de argumentos tremendamente artísticos porque hablan de destinos trágicos e ineludibles. Fotográficamente, además, dan más juego; por ejemplo, el polvo depositado sobre los objetos (ese es un recurso que, aunque sabido, no falla nunca), o las superficies deterioradas, desconchadas. Los lugares solitarios, las casi surrealistas formas de construcciones que han perdido su función y además han sido abandonadas. Los rincones donde se apilan objetos heterogéneos, rotos, descompuestos, y tantas, tantas cosas. Decididamente es una temática inacabable y resultona. Pero ya está; con lo que he hecho (demasiado), es más que suficiente. Hay un denominador común en las tres series tratadas: todo lo fotografiado es reconocible y está muerto. Ahora prefiero que cuantos más seres vivos haya en mis fotos, mejor…
Aproximación y reflexión sobre el efecto de políticas culturales provinciales sobre un enclave milenario.
Han pasado 24 años desde que realicé esta fotografía y las de los próximos días. Este es un templo de aproximadamente 1500 años, de construcción sobria con sillares de granito de formas irregulares encajados entre sí. Situado en un paisaje seco y áspero; solitario y apartado. Desprendía un halo mágico, misterioso y romántico. Ahora, tras su «rehabilitación» parece otro lugar. Intentaré explicarlo ayudándome del relato imaginario de las hipotéticas instrucciones del organismo del que depende su conservación: «Actuaciones para acabar con el misterio de un templo remoto y abandonado e incorporarlo a los circuitos recreativo-turístico-culturales de la provincia»
Costó dos viajes a un remoto y abandonado lugar de la provincia de Cuenca. La fotografía existe gracias a la nube que, obedeciendo las instrucciones del aire que se decidió a echar una mano, compuso una forma «artística». Yo esperé pacientemente hasta que todo estuvo colocado. Hice la fotografía y me marché de allí, sin apenas despedirme.