Encuentros ineludibles…
Acabo de leer El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, de Haruki Murakami. Me gusta mucho Murakami, he leído todas sus novelas con deleite, y por supuesto esta última. Por qué, es sencillo, porque sus personajes dicen cosas que me aluden íntimamente, como por ejemplo: «-De vez en cuando cavan un agujero- contó el anciano-. Puede que, en el fondo, sea lo mismo que mi pasión por el ajedrez. No tiene sentido, no lleva a ninguna parte. Pero eso no importa. Nadie necesita que tenga un sentido, nadie desea llegar a ninguna parte. Nosotros, aquí, abrimos un agujero puro tras otro. Actos sin finalidad, esfuerzos sin progreso, pasos que no conducen a ninguna parte, ¿no te parece maravilloso? Nadie resulta herido, nadie hiere. Nadie adelanta, nadie es adelantado. Sin victoria, sin derrota». Haruki Murakami. Fotografiar la enigmática conjunción de un paño negro, sobre una mesa antigua, en una galería del Castillo Sforzesco, de Milán, obedece, exactamente, a la misma lógica que cavar un agujero puro.
llegué a las 16 horas. Empecé a mirar y ver «lo de siempre». En realidad no miraba las obras (o mercancías) con interés, si no que buscaba ávidamente formas, espacios, composiciones, juegos de visor, porque eso me divierte mucho. A las 17 horas, la cámara, sorpresivamente, se negó radicalmente a continuar con el jueguecito que me traía entre manos y dejó de colaborar: rompió un rollo dentro, no sé si fue idea de la cámara o del rollo, pero me fastidió la fiesta un buen rato; además de malograr treinta y seis fotografías ya hechas. Me puse nervioso, claro.
Así que, a partir de estas impotencias, me tuve que dedicar a construir mi refugio sólo: me hice autodidacta sin saber lo que era (me enteré después). No he sido un misántropo, no, ni mucho menos; lo que sí he procurado es buscar gentes con voces que tuvieran ecos mutuos (esto último me ha salido algo cursi, pero vale). Este propósito me ha resultado siempre terriblemente cansado y muy frustrante. Debí leer antes a Bukowski:
-aíslate y
haz tu trabajo, y si
debes mezclarte, mézclate
con aquellos que
no tienen el menor interés
en lo que tú consideras
tan importante
3.5 Subsuelo
Situación de partida: existe un espacio subterráneo, oculto bajo una tosca losa, que sugiere un cierto misterio sobre su origen y utilidad; pudo ser utilizado como depósito de agua o con otras finalidades más equívocas.
Diagnóstico: puede provocar todo tipo de estériles ficciones a los visitantes.
Actuación: se deberá adecentar y cubrir de forma aséptica y pulcra, eliminando cualquier resto de oscuridad que provoque sensaciones poco limpias; los agujeros casi siempre producen ideas o sugestiones mórbidas.