"Quien vive sin locura no es tan cuerdo como cree". François de La Rochefoucauld
CUADRÍPTICO SOBRE REALIDAD Y CIENCIA I:
«Ciencia es cualquier pedazo de conocimiento compatible con los tres principios fundamentales del método científico: el de objetividad (1), el de inteligibilidad (2) y el dialéctico (y 3).
La realidad existe y es observable (primera hipótesis).
La observación (de la realidad) es comprensible (segunda hipótesis).
La comprensión (de la observación de la realidad) es falsable (tercera hipótesis).
Jorge Wagensberg
CUADRÍPTICO SOBRE REALIDAD Y CIENCIA II:
Principio de objetividad: la ciencia elige la manera de observar que menos altera la propia observación (tanto al observador como a lo observado), donde observar es buscar diferencias entre coincidencias.
Principio de inteligibilidad: la ciencia elige como comprensión la mínima expresión de lo máximo compartido, donde comprender es descubrir coincidencias entre diferencias.
Principio dialéctico: la ciencia elige la comprensión que introduce menos paradojas entre la realidad comprendida y la realidad observada.
Existen dos clases de paradojas: las de contradicción (lo que veo contradice lo que comprendo) y las de incompletitud (no comprendo lo que veo o no veo lo que comprendo).
Jorge Wagensberg
…Menos mal que me estoy quitando de ese pesado intento de averiguar el sentido y transcendencia de lo que hago. Eso sí, del diario no me quitaré. El otro día, en un programa de radio, oí a Alfonso Armada, escritor y poeta, que contaba que hace tiempo se propuso escribir un poema diario a lo largo de un año, trescientos sesenta y cinco poemas; lo consiguió pero lo calificó de tarea titánica y absurda. Puede que, tratándose de poemas, tenga razón, la poesía es muy exigente y sobre todo bajo la presión de la inexorabilidad del reloj. Lo mío no es así, a mí el diario me sale fácil casi siempre. Quizá tenga que ver con el nivel de exigencia del propósito…
DIGRESIÓN CATORCE. A Ghost Story. EE.UU. (20017). Guion y dirección: David Lowery. Música: Daniel Hart. Fotografía: Andrew Droz Palermo. Intérpretes: Rooney Mara, Casey Affleck, Rob Zabrecky, Will Oldham. Esta película me ha provocado un total desconcierto. Por un lado, mis sensaciones al verla: imágenes de gran belleza, sugestivas, evocadoras e impregnadas de melancolía y tristeza, aunque con un desarrollo narrativo, en algunos momentos, excesivamente moroso. Lowery nos invita a ver el inquietante encuentro de la vida de sus personajes en tiempo real junto a la atemporalidad de lo que ha desparecido pero aún está presente. Pero, la silenciosa morosidad de las imágenes (salvo por una maravillosa música) y el mutismo de los espectrales personajes, hizo que cuando terminamos de verla nos invadiera una cierta perpleja decepción. Luego me acerqué a las críticas y todas, sin excepción, iban más allá del entusiasmo hacia esta singular película. Por ejemplo: “…melodrama filosófico y muy poético, extraño, inquietante, atrevido, provocador e hipnóticamente fascinante” (Ocaña); “…una experiencia cinematográfica singularmente extraña, intrépida y apasionante” (Salvá); «… Una meditación poética sobre el tiempo, la memoria y la conexión espiritual que es totalmente fiel al título». (David Rooney); “…Uno de los más duros, tristes e implacables relatos sobre el olvido”. (Fausto Fernández). Todas las críticas de ese tenor. Yo no vi tanto. Claro, me dije: –el problema es que tú eres un cenutrio que no sabe ver más allá de lo aparente, estás incapacitado para interpretar las sugestivas, poéticas y metafísicas imágenes que te ha ofrecido la película-. De pronto, me quedé paralizado por una paradoja, caí en la cuenta de que las imágenes que sustentan la película se parecen demasiado a las que yo me empeño en fotografiar desde siempre (la de hoy, en 2012, por ejemplo), quizá por instinto y sin adivinar la metafísica y profunda intención que debe inspirarme inadvertidamente. Y poética, si hago caso a los críticos. A ver si va a resultar ahora que soy un iluminado artista y no lo sabemos nadie, ni el mundo ni yo mismo.
«No sé lo que es el ser y tampoco sé lo que es la conciencia, pero sí sé lo que es la felicidad. Es esa sensación profunda de estar presente, de hacer lo que tenemos que hacer para ser nosotros mismos. Y eso es algo que podemos hacer en cualquier momento, ahora mismo, nos hallamos ya al borde de lo trascendente». Joseph Campbell
«Todo hombre lo promete todo, pero todo hombre vive para conocer la fragilidad de su destello y la falta de genialidad de la vida. La autenticidad de una existencia consiste en su propia ruina». Emile Cioran