Las figuras tenían la textura y el color de la tragedia, del desconsuelo…

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Varsovia, Polonia
Fecha de diario
2016-02-10
Referencia
7243

DIGRESIÓN TRES: Mandariinid (Tangerines). Mandarinas. Estonia (2013). Guión y dirección Zaza Urushadze. Intérpretes: Lembit Ulfsak, Giorgi Nakashidze, Misha Meskhi, Elmo Nüganen, Raivo Trass. Contexto histórico: La guerra entre la provincia independista de Abjasia contra Georgia, entre 1992 y 1993. Cuatro hombres. Uno, viejo, armado de una sólida estructura moral, con lúcidos criterios y poderoso carácter. Inteligencia sobresaliente, carismática. Otro, de mediana edad y espíritu un tanto apocado, tranquilo y laborioso, sigue al primero desde el respeto y el cariño. Ambos estonios. Los otros dos, jóvenes e impetuosos. Uno, georgiano, y el otro, Checheno, luchando como mercenario al servicio de Abjasia. Ambos heridos y enemigos feroces. Entre estos cuatro personajes sucede una representación en la que entran en juego la enceguecida pasión nacionalista, la guerra, la fanática necesidad de la violenta derrota del otro. Cómo un ser humano necesita desesperadamente de otro ser humano que, a fin de cuentas, es como él mismo, cómo, dos hombres que se miran a los ojos, se interpelan el uno al otro y a sí mismos y esto solo puede llevarlos al entendimiento e incluso al amor desinteresado. También a la absoluta relatividad e incertidumbre que encierran las actitudes y convicciones aparentemente incuestionables. Es una sencilla película que cuenta una escueta y límpida historia, vibrante y emotiva, sobre el existir en el conflicto. No hace falta más para construir una película con sentido y alma.

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Varsovia, Polonia
Referencia
7241
© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Varsovia, Polonia
Referencia
7240
© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Varsovia, Polonia
Fecha de diario
2016-08-24
Referencia
7242

DIGRESIÓN TRES. El hijo de Saúl (Son of Saul). Hungría 2015. Guión y dirección: Lászlo Nemes. Fotografía: Mátyás Erdély. Intérpretes: Geza Röhrig, Levente Molnar, Urs Rechn. Muchos, muchísimos premios. Merecidos? Tal vez sí. Muchas, muchísimas críticas elogiosas, exaltantes. Merecidas? Tal vez no, o al menos no por las razones que los críticos esgrimen. Soy de esa opinión porque los críticos, en general, han hablado como tema principal del holocausto y a mí no me parece una historia sobre el holocausto, sino que se desarrolla en el epicentro del holocausto, pero eso es otra cosa. Es más bien una película sobre una obsesión, sobre una paranoia, sobre una reacción o respuesta emocional de defensa de un individuo para poder resistir el insoportable horror del que es testigo y obligado colaborador. No lo puede soportar, nadie podría soportar tanto espanto. Las matanzas masivas solo son un telón de fondo para la historia que cuenta la película, un atrezo impresionista y lejanamente expresionista porque carece de los perfiles y textura que sin duda tuvo tan desmesurada tragedia. Lászlo Nemes la sitúa en un segundo plano sin apenas entidad propia. El protagonista absoluto es el personaje y su neurosis, y lo es porque la cámara le sigue en un continuado primer plano que resalta dos aspectos completamente cinematográficos: la fotografía, tanto por el sutil y dramático tratamiento de la luz, y el virtuoso seguimiento en primer plano de la cara de Geza Röhrig. Además de la espléndida y creíble interpretación de este actor, completamente desconocido para mí. Hay un momento memorable: la cámara siguiendo a nivel del agua la cara del protagonista casi ahogándose impulsado por la fuerza de su obsesión. Sí, la película no aborda tanto la aberración del holocausto, como han dicho los críticos, sino el efecto perturbador que causa en una persona semejante catarsis. En ese sentido es una película intimista y de respetuosa mirada hacia el sufrimiento, aunque la narración sea en muchos momentos farragosa y poco comprensible.     

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Varsovia, Polonia
Fecha de diario
2014-09-15
Referencia
7264

…Siempre han existido y existirán exaltados y enloquecidos líderes capaces de canalizar y dirigir la inmensa y brutal fuerza que esconde la ignorancia, el miedo, la inseguridad y la debilidad humana. Estos seres diabólicos, ayudados por sus fieles y necesarios seguidores, por un cuerpo doctrinal rudimentario pero de fácil comprensión, sazonado con épica, sueños imposibles y mentiras, consiguen reunir a inmensas masas de gentes gregarias y perdidas que los siguen hipnotizadas, hasta la muerte si es preciso. El movimiento se asemeja a un torbellino imantado que genera adicciones crecientes e incontenibles. Crean irracionales y monstruosos rituales de violencia y degradación donde encuentran cobijo gentes necesitadas de orientación, protección y sentido, sea el que sea. Ahí, en ese espacio caldeado por alientos putrefactos, no hay lugar para la preocupación, ni las preguntas, ni las dudas. Creen engañosamente que no están solos y entonces todo está bien. Se sienten imbatibles y poderosos porque tienen la estúpida certeza de estar en el camino «correcto». Esas trampas mortales para ellos y para los que suponen sus enemigos siempre han acabado y acabarán mal. En un inconsolable baño de sangre. Se da la siniestra coincidencia que todos ellos tienen el mismo sentido y origen: odio brutal a la libertad y a los diferentes. Ese fatídico hilo conductor ha pasado eternamente por el mismo imperativo: destruir al que no es igual a la imagen que les devuelve el espejo, al distinto, al otro. Siempre, absolutamente siempre, cuando esos seres confusos y peligrosos han alcanzado algo de poder y capacidad de actuación, la sangre y las lágrimas han corrido como ríos caudalosos e incontenibles. La crueldad siempre vuelve porque la memoria y la conciencia son juguetes rotos. Ayer, ahora, mañana, siempre, actuarán igual: nacionalistas, racistas, fascistas, integristas religiosos, comunistas, populistas (proclives a cualquier jolgorio gregario y aficionados vocacionales a cualquier causa, da igual la que sea porque eso es lo de menos). Y algunos más que se me olviden. Nunca se podrán erradicar esos instintos porque forman parte de la naturaleza y destino humano. Solo queda procurar mantenerse lo más alejado que sea posible de esos focos adictivos e infecciosos, y que haya suerte, mucha suerte, porque siempre, siempre, en el momento más inesperado y en cualquier parte del mundo puede aparecer la fatídica pandemia…«Si hay algo que sea común al animal humano es que tiene la capacidad de aumentar el conocimiento de forma acelerada y al mismo tiempo es crónicamente incapaz de aprender de la experiencia». John Gray

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Varsovia, Polonia
Fecha de diario
2018-09-07
Referencia
7244

DIGRESIÓN CUATRO. El monarca de las sombras. Javier Cercas (2017) Ebook: Penguin Random House (2017). La cuarta parte de su tetralogía (que me acabo de inventar, no sé que él las haya clasificado así): Soldados de Salamina (2001), Anatomía de un instante (2012), El impostor (2014) y El monarca de la sombras (2017). Para mí hay un denominador común de relatos “reales” estructurados y resueltos como novelas, salvo la última que más bien parece una autobiografía. Lo que une a estas obras es una muy seria indagación y reflexión de hechos, contextos histórico-dramáticos de nuestro pasado reciente y, sobre todo, de personajes literarios que representan a personajes reales, o viceversa. Todos los protagonistas de las tres primeras obras tienen un peso transcendente como personas en sus respectivos contextos. No así el cuarto, Manuel Mena, que todavía está sin hacer, sin madurar como persona y mucho menos como personaje. Sin embargo, Javier Cercas lo dota de una transcendencia que se proyecta sobre toda una saga familiar (la suya) y más aún, sobre episodios bélicos de nuestra guerra y de su intrahistoria: origen, desarrollo y desenlace de la espantosa masacre que nos infligimos. Lo que cuenta, a partir de la corta vida de su tío abuelo (murió en acción de guerra a los 19 años) es, a fin de cuentas, un pretexto para realizar una profunda investigación y reflexión vivencial, existencial, cultural, sociológica y política de un micro escenario (Ibahernando) razonablemente extrapolable a todo el país. Pero eso, tan importante para comprender lo que nos pasó, me parece que solo es un pretexto literario para reflexionar sobre sí mismo y sus orígenes. Y, todavía más, para conseguir entender algunos de los enigmas o preguntas que le acompañan desde hace mucho tiempo “…comprendí que escribir sobre Manuel Mena es escribir sobre mí, que su biografía era mi biografía…”. J.C. Exorciza sombras propias, ajusta cuentas y hace desaparecer pistas y culpas; y quizá llega a alguna conclusión, más o menos firme, de su pertenencia auténtica (otra vez Ibahernando) y de donde están determinados y convenientes valores: “…es preferible ser Ulises que ser Aquiles, vivir una larga vida mediocre y feliz de lealtad a Penélope, a Ítaca y a uno mismo, aunque al final de esa vida no aguarde otra…” J.C. Brillante, profundo y emocionante colofón a esa supuesta tetralogía que me he inventado.

La triple hécate gritaba a la eternidad…

Pienso: ¿por qué me gustan tanto las estatuas? No me contesto…

"Un Dios amenaza siempre el horizonte. Mientras quede un solo Dios de pie, la tarea del hombre no habrá terminado". Emile Cioran

"No había motivo para temer a los dioses porque estos, si bien existen, no pueden relacionarse con nosotros ni para ayudar ni para castigar, y por tanto ni su temor ni su rezo o veneración posee utilidad práctica". Epicuro

Cantares de gesta…

Iglesias, piedras, estatuas, un exceso de pasado…