4 OCTUBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Salamanca (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 102400
Fecha de diario
2023-11-07
Referencia
10136

DIARIO DE VIAJE: a Castilla León Oeste.
Martes: diecinueve de Septiembre de dos mil veintitrés
Día 2.3

Empecé el turisteo del día por la Catedral Nueva (s XVI). Se construyó en gótico tardío, renacentista y barroco, manteniendo anexa la Catedral Vieja (s XII), románica y gótica. Desde que visité Salamanca por primera vez (1971), me pareció sensiblemente más interesante la vieja que la nueva. En arquitectura religiosa, me gusta e interesa infinitamente más lo viejo que lo nuevo. Digamos que hasta el siglo XV (incluido renacimiento, por supuesto), luego, a medida que se suceden siglos y estilos, menos, y menos, y menos.  Ahora, cuando escribo esta crónica viajera, justo un mes después, apenas me acuerdo de las sensaciones o impresiones que tuve tanto en una catedral como en la otra. Por algo será. Creo que salí de ellas algo decepcionado, a pesar de las sombras, rincones oscuros y la polvorienta imagenería de la Vieja, que tanto sugiere y aporta a mi avidez estética…
La Fotografía: Qué puedo entender yo de las prácticas religiosas, especialmente de los profesionales, como la del cura recluido en una capilla penitencial, que como su nombre indica es de hacer penitencia ¿por qué? No tengo ni la más remota idea y además, no lo entiendo. Esta religión se sustenta, entre otros valores, por un genuino complejo de culpa y expiación. Por el hecho de nacer ya estamos condenados (pecado original). Me aventuro: dicen que es por amor a Dios ¿a cuál de ellos? Supongo que el bíblico, versión renovada, no judía; y por ganarse la entrada en la gloria, pero una vez muertos, qué más da ¡menudo negocio! También dicen que para proyectar amor y ayuda a los demás ¡mentira! Eso no habita en la naturaleza humana sana, solo en los mentalmente dañados.  Lo único que sabemos a ciencia cierta es que el ser humano, muy por encima de todo se ama a sí mismo. ¿Entonces? Repito, no lo sé. Tampoco puedo entender la tremenda incomodidad física a la hora de trabajar de estas personas tan aparentemente entregadas, pero libres de responsabilidades y exigencias: molestas indumentarias, lugares húmedos y oscuros, lectura de textos viejos, muy sobados ya, y seguro que imperativos y admonitorios. Sin embargo, en otros momentos gozan de mucha luz, pompa, ricos vestidos y ambientadores humeantes (incienso). A este señor no, hoy le ha tocado sombra, concentración, recato y silencio, es decir, penitencia; es decir, aburrimiento.
Este texto me ha salido muy chapucero, sin altura de miras, sin filosofía o interesante reflexión. No puedo estar bien siempre.

Pepe Fuentes ·

4 OCTUBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Salamanca (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 102400
Fecha de diario
2023-11-07
Referencia
10136

DIARIO DE VIAJE: a Castilla León Oeste.
Martes: diecinueve de Septiembre de dos mil veintitrés
Día 2.3

Empecé el turisteo del día por la Catedral Nueva (s XVI). Se construyó en gótico tardío, renacentista y barroco, manteniendo anexa la Catedral Vieja (s XII), románica y gótica. Desde que visité Salamanca por primera vez (1971), me pareció sensiblemente más interesante la vieja que la nueva. En arquitectura religiosa, me gusta e interesa infinitamente más lo viejo que lo nuevo. Digamos que hasta el siglo XV (incluido renacimiento, por supuesto), luego, a medida que se suceden siglos y estilos, menos, y menos, y menos.  Ahora, cuando escribo esta crónica viajera, justo un mes después, apenas me acuerdo de las sensaciones o impresiones que tuve tanto en una catedral como en la otra. Por algo será. Creo que salí de ellas algo decepcionado, a pesar de las sombras, rincones oscuros y la polvorienta imagenería de la Vieja, que tanto sugiere y aporta a mi avidez estética…
La Fotografía: Qué puedo entender yo de las prácticas religiosas, especialmente de los profesionales, como la del cura recluido en una capilla penitencial, que como su nombre indica es de hacer penitencia ¿por qué? No tengo ni la más remota idea y además, no lo entiendo. Esta religión se sustenta, entre otros valores, por un genuino complejo de culpa y expiación. Por el hecho de nacer ya estamos condenados (pecado original). Me aventuro: dicen que es por amor a Dios ¿a cuál de ellos? Supongo que el bíblico, versión renovada, no judía; y por ganarse la entrada en la gloria, pero una vez muertos, qué más da ¡menudo negocio! También dicen que para proyectar amor y ayuda a los demás ¡mentira! Eso no habita en la naturaleza humana sana, solo en los mentalmente dañados.  Lo único que sabemos a ciencia cierta es que el ser humano, muy por encima de todo se ama a sí mismo. ¿Entonces? Repito, no lo sé. Tampoco puedo entender la tremenda incomodidad física a la hora de trabajar de estas personas tan aparentemente entregadas, pero libres de responsabilidades y exigencias: molestas indumentarias, lugares húmedos y oscuros, lectura de textos viejos, muy sobados ya, y seguro que imperativos y admonitorios. Sin embargo, en otros momentos gozan de mucha luz, pompa, ricos vestidos y ambientadores humeantes (incienso). A este señor no, hoy le ha tocado sombra, concentración, recato y silencio, es decir, penitencia; es decir, aburrimiento.
Este texto me ha salido muy chapucero, sin altura de miras, sin filosofía o interesante reflexión. No puedo estar bien siempre.

Pepe Fuentes ·

4 OCTUBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Valladolid (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 25.600
Fecha de diario
2023-10-04
Referencia
10119

LOS DÍAS 67
Domingo, uno de Octubre de 2023

Pues sí, ya lo dije ayer, hoy ha tocado bajada a los infiernos. Y no consiste en nada que yo pueda entender o controlar, simplemente ocurre. Cuando caen las sombras todo se oscurece y falta el impulso para ver, hacer, hablar (con eso no hay problema, no tengo con quién), escuchar, leer, moverme. Es el advenimiento de la catatonia triste, desvitalizada y desprovista de cualquier interés por nada o hacia nada. Me pregunto: ¿tendrá que ver con la soledad? Pero me apresuro a contestarme que no porque no echo de menos a nadie y tampoco quiero a nadie en mi campo visual porque hablaría y se haría presente y eso sería insoportable, hasta doloroso sería. Tampoco necesito hablar, porque nada tengo que decir y mucho menos escuchar, aunque creo saber hacerlo (parece tarea fácil, pero no lo es), me fatigaría y tampoco me interesa lo que nadie tenga que decir o decirme; sencillamente porque nadie tiene ningún interés en darte nada propio, si no arrebatarte lo que pueda, hasta el alma si se lo permites. Si necesitara ser escuchado alquilaría una oreja por horas, es decir un terapeuta silencioso (al parecer es la única manera de que sirvan de algo, calladitos). Según las técnicas ad hoc generalizadas, es uno mismo el que tiene que adentrarse, machete en mano, por los tenebrosos senderos que le conduzcan a su propia verdad, y, consecuentemente, a la luz de su salvación ¡¡¡qué risa!!! (de suicidio obligado). Pero eso sí, con ellos como testigos porque si no, no vale, y además no cobrarían.
Preferiría condenarme mil veces a someterme a semejante e ingenua expoliación. Pero, sobre todo, porque es mentira. Hubo un tiempo que yo defendía esa técnica del chapuceo psicológico, esa especie de bricolaje improvisado para arreglar lo que es imposible por su condición metafísica e intangible. Puedo entender las técnicas odontológicas, por ejemplo, ahora que estoy entregándome al revoco de algunas de mis muelas, o la depurada técnica de mi nueva peluquera arreglándome la cabeza por fuera, porque por dentro es imposible, no tiene arreglo.
Azarosamente, acabo de ver un video sobre la soledad, en la que un tipo (tres carreras decía que tenía, que no le han servido para acercarse o alejarse de sí mismo); se sentía solo, luego enfermo, según él, porque se había adentrado peligrosamente en la neurastenia por causa de la soledad. Ah, pero de pronto, vio la luz, él solo, y se lanzó a experimentar una variante de la heteronomía para que le dieran una receta o un salvavidas: recurrió a la ayuda de una asistenta social (solución premoderna), que se apresuró a meterle en un grupo de actividades compartidas (no se cuales, pero se le ve en el video con más gente, tan decrepita e inútil como él) y a él mismo diciendo que ya es otra persona, que está curado y que ya hasta limpia la casa y se plancha las camisas ¡alucinante!
La Fotografía: El prosaico y áspero reverso de un ángel caído, probablemente de un glorioso retablo (el que en algún momento fue brevemente mi vida), que mira las sombras que le rodean, poco antes de ser él mismo la sombra misma.

Pepe Fuentes ·