Riamos mientras llega la acaiga parca..."No es que tenga miedo a morir; es solo que no quiero estar allí cuando suceda". Woody Allen
EL LIBRO DE LA RISA.
Calavérica. Esta calavera relaja mi percepción de la muerte. No puedo evitar sonreír cada vez que la veo.
…Me parece que lo que vengo escribiendo estos últimos días (con notoria falta de contenido e inspiración) en relación a los «artistas» es discutible, porque, en definitiva, los artistas siempre han existido y existirán, la dificultad está en el concepto y los patrones de interés y calidad, en el límite entre el sí y el no. También en lo de la felicidad de los receptores, pero claro, eso es tan relativo que casi mejor no tenerlo en cuenta porque, por ejemplo,a mí me hace feliz ver jugar bien al fútbol a Cristiano Ronaldo (que no está considerado artista, sino solo un buen futbolista), y me aburre hasta el hastío pararme un instante ante una obra de Damien Hirst o la Abramovic, considerados mundialmente como artistas artistas, muy muy importantes. Curiosamente, estos tres tienen en común que ganan mucha pasta luego, además de Dios, como artista supremo, también estaría el Dinero, medida de todas las cosas. En resumen, los patrones artísticos absolutos serían dos: Dios, como referente de la creación (nadie podría pensar en Dios como en un artista sin sustancia) y el Dinero, del necesario éxito, por lo que es imprescindible que coincidan ambos. Luego, está todo y todos los demás, es decir, lo prescindible, los perdedores, el desorden, el caos…
SEIS DE ABRIL (las lápidas). En una de las habitaciones, dos lápidas de mármol perfectamente conservadas, con la inscripción de los nombres y fechas de fallecimiento de dos niños muy pequeños, hermanos, una de hace cien años y la otra ochenta y tres. Quienes fueron? Dónde están sus restos ahora? Han destruido el cementerio donde habitaban? Por qué están sus lápidas aquí? Nadie de su tiempo está vivo ya. Si yo fuera escritor de ficciones montaría una historia intrigante, o tal vez misteriosa, o quizá histórica sobre estos dos niños malogrados. Pero no, no lo soy. Solo se me ocurren preguntas y preguntas. El interior de esta casa inesperada me ha interesado mucho y he decidido volver a fotografiar con pulcritud y detalle. Pero mi circunstancia concreta de ese momento es que soy el dueño de un perrito travieso que no para de moverse e impacientarse porque llevamos mucho tiempo explorando la misteriosa casa arrasada por el tiempo y el olvido (esta última frase me ha salido como de muy aficionado a la escritura con pretensiones, exactamente como yo mismo)…
Félix Fèneòn (o las ASESINADAS POR «AMOR»):
– Como su mujer estaba harta de él, el sastre civil Noblet, vecino de Beaulon (Ille y Vilaine) la ha herido gravemente de dos balazos.
– Los celos brutales de H. Sainremy, vecino de Burdeos, le costaron a su mujer cinco disparos de pistola. Muerte.
– En Les Jobards (Loiret), el señor David, furioso porque su mujer no le amaba únicamente a él, la ha matado con horca y escopeta.
– Raoul G…., vecino de Ivry, regresó de improviso, faltando a la delicadeza, y clavó un puñal a su mujer, que retozaba en brazos de un amigo.
-Con un pretexto (su honor), el colono Remania, natural de Guelma, ha matado de cinco navajazos a su mujer.
– Reconciliarse con Artémise Rétro, de Les Lilas, era el deseo del tierno Jean Voul. Ella permanecía inexorable. De modo que él la apuñaló.
– Celoso por naderías, el pequeño patrón cerrajero MariusGuida, vecino de La Syne, ha matado a su mujer (de veinticinco años) a base de golpes de hoz.
– Bien borracho, Langon, vecino de Sceaux, encontró a su mujer, y como ella se hizo la desabrida, él le machacó el cráneo a golpes de llave.