Siglo XX: Entre quince y veinte millones de muertos inocentes, solo los nazis…superado ampliamente por los comunistas…

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Fecha de diario
2015-09-29
Referencia
2573

BERLÍN (del cuatro al nueve de agosto de dos mil quince). Foto 29
En Berlín está muy presente la tragedia que soportaron los alemanes a mediados del siglo pasado. Son ineludibles las múltiples alusiones a esos años y a las formas, escenarios y actores que participaron y sufrieron semejante enajenación  colectiva. Hay un antes y un después de la peor y más funesta  década (1935/1945) en la historia de la humanidad, me parece. Pero he tenido la sensación de que este pueblo, origen, causa y protagonista principal de lo que sucedió, lo viene afrontando con honestidad, valentía y dignidad. Muestran lo imprescindible y necesario para saber y que la desmemoria no provoque otro desvarío, otro inmenso holocausto, otro incontenible mar de lágrimas y sangre. Me he sentido muy a gusto en Berlín y en Alemania porque, aparte de sus bellezas monumentales y su sensatez a la hora de ordenar sus espacios públicos, sus ciudades y sus vidas, da la impresión de que atesoran una inmensa capacidad para procesar en positivo sus experiencias, por muy aterradoras que hayan sido. Parecen respetarse y capaces de crecer como pueblo. Juntos, porque tuvieron la lucidez de reunificarse y ahí están, progresando y aún les quedan recursos y energías para pensar en los demás.   Eso solo puede suceder cuando cultura e historia juegan a favor del crecimiento y un futuro orientado y despejado de amenazas. Escribiendo hoy no puedo evitar esbozar una amarga sonrisa pensando en nosotros, que habiendo tenido también una soberbia y larga historia, plagada de momentos grandiosos, también sufrimos una desoladora y trágica experiencia en el siglo pasado que no hemos sabido incorporar a nuestras vidas con sensatez y lucidez; quizá por incompetencia, ignorancia e incultura. También por una considerable ausencia de inteligencia emocional, me temo. No, por contraste con ellos, nosotros no tenemos solución. Y penaremos y lloraremos y nos lamentaremos durante mucho, mucho tiempo, y lo que es peor, dudo que consigamos aprender algo…    

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Fecha de diario
2019-01-02
Referencia
2392

DIGRESIÓN UNA. Das schweigende Klassenzimmer (The Silent Revolution) Alemania (2018)- Guion (libro: Dietrich Garstka) y dirección: Lars Kraume. Intérpretes: Jonas Dassler, Judith Engel, Tom Gramenz, Michael Gwisdek, Max Hopp, Rolf Kanies, Burghart Klaubner, Lena Klenke, Daniel Krauss. Años cincuenta en Berlín oriental. Aún no se había construido el maldito muro. Bajo control, los berlineses-soviéticos todavía podían pasar al lado occidental. A unos estudiantes a punto de finalizar el bachillerato, espontáneamente y a partir del movimiento de liberación de los húngaros, se les ocurre provocar una leve protesta de silencio que enmascaran con una motivación futbolística. Pero no, ni eso es posible, todo el aparato represor comunista cae sobre ellos furiosamente. Los aplasta. Pocas bromas cabían con esos monstruos de manipulación y represión. Los comunistas siempre han sido así, en todos lados y a lo largo de sus cien años de historia. Esperemos que la pesadilla no duré mucho más en todos los lugares que todavía habitan (por cierto, aquí, un considerable sector de la población anhela ese ignorante despotismo). Película perfectamente ambientada, dirigida e interpretada. El reto para una historia así es que resulte verosímil y el aliento represivo lo sientas en la nuca como una amenaza posible y horrorosa. Justamente la que sintieron esos chicos y se extendió en ese entonces país por más de cuarenta años. La narración fluye con naturalidad y el posible mundo adolescente de esa época está contado con acierto, sin estridencias. Hay un lógico componente sentimental y romántico, o más bien melodramático, que podría resultar molesto; sin embargo, Kraume lo reviste de unos tintes épicos que equilibran la historia hasta llevarla a un sentido homenaje hacia unas actitudes juveniles heroicas y creíbles. Al parecer, la historia está basada en hechos reales: los chicos tomaron una decisión arriesgada y valiente que les permitió librarse de vivir cuarenta años bajo una siniestra opresión. Película viva, entrañable, emocionante, alentadora.

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Auschwitz, Polonia
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
CLORURO DE ORO
Tamaño
15,8 x 20 cm
Copiado máximo en soporte baritado
1
Año de copiado
2015
Fecha de diario
2014-09-27
Referencia
7179

«Allí recibimos los primeros golpes: la cosa fue tan inesperada e insensata que no sentimos ningún dolor, ni en el cuerpo ni en el alma. Sólo un estupor profundo: cómo es posible golpear sin cólera a un hombre?»
 «Nadie nos explicaba nada o bien nos hablaban en yiddish o en polaco, y nosotros no comprendíamos nada. Es una experiencia realmente alienadora. Teníamos la impresión de hallarnos en medio de un ataque de locura, de estar…, de haber perdido la posibilidad misma de razonar. No, ya no razonábamos.»

«Nos lanzaban un par de zapatos, bueno, en realidad no eran un par de zapatos, eran dos zapatos desparejados, uno tenía tacón y el otro no; había que tener una constitución de atleta para aprender a caminar de este modo. Un zapato era muy pequeño y el otro muy grande. Había que dedicarse a hacer complicados intercambios, y si se tenía suerte podía conseguirse un par casi a juego y había que conformarse. La mayor parte del tiempo los zapatos hacían heridas en los pies, y quien tenía pies delicados acababa contrayendo una infección. A mí también me tocó vivirlo, todavía tengo las cicatrices. Milagrosamente mis heridas sanaron por sí solas, a pesar de que no falté un solo día al trabajo. Quien era sensible a las infecciones moría debido a sus zapatos, por culpa de las llagas de los pies infectadas que no sanaban. Los pies se hinchaban, y cuanto más hinchados estaban más apretaban los zapatos, y la gente acababa teniendo que ir al hospital, pero no los dejaban ingresar ya que los pies hinchados no eran una enfermedad. Era un mal tan generalizado que quien tenía los pies hinchados iba directamente a la cámara de gas».
«Fueron las incomodidades, los golpes, el frío, la sed, lo que nos mantuvo a flote sobre una desesperación sin fondo, durante el viaje y después. No el deseo de vivir, ni una resignación consciente: porque son poco los hombres capaces de ello y nosotros no éramos sino una muestra de la humanidad más común…Entonces por primera vez nos dimos cuenta de que nuestra lengua no tiene palabras para expresar esta ofensa, la destrucción de un hombre. En un instante, con intención casi profética, se nos ha revelado la realidad: hemos llegado al fondo. Más bajo no puedes llegar: una condición humana más miserable no existe, y no puede imaginarse. No tenemos nada nuestro: nos han quitado las ropas, los zapatos, hasta los cabellos; si hablamos no nos escucharán, y si nos escuchasen no nos entenderían. Nos quitarán hasta el nombre: y si queremos conservarlo deberemos encontrar en nosotros la fuerza de obrar de tal manera que, detrás del nombre, algo nuestro, algo de lo que hemos sido, permanezca.»
«Sabemos de dónde venimos: los recuerdos del mundo exterior pueblan nuestros sueños y nuestra vigilia, nos damos cuenta con estupor de que no hemos olvidado nada, cada recuerdo evocado surge ante nosotros dolorosamente nítido.»
Primo Levi

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Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Auschwitz, Polonia
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-120 MM- ILFORD DELTA 3200
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ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
CLORURO DE ORO
Tamaño
15,8 x 20 cm
Copiado máximo en soporte baritado
1
Año de copiado
2015
Fecha de diario
2014-09-28
Referencia
7178

…»En la historia y en la vida, parece a veces discernirse una ley feroz que reza: -a quien tiene, le será dado; a quién no tiene, le será quitado-. En el Lager, donde el hombre está solo y la lucha por la vida se reduce a su mecanismo primordial, esta ley inicua está abiertamente en vigor, es reconocida por todos…Aunque englobados y arrastrados sin descanso por la muchedumbre innumerable de sus semejantes, sufren y se arrastran en una opaca soledad íntima, y en soledad mueren o desaparecen, sin dejar rastro en la memoria de nadie.»
«Sucumbir es lo más sencillo: basta cumplir las órdenes que se reciben, no comer más que la ración, atenerse a la disciplina del trabajo y del campo. La experiencia ha demostrado que, de este modo, sólo excepcionalmente se puede durar más de tres meses. Todos los confinados que van al gas tienen la misma historia o, mejor dicho, no tienen historia; han seguido por la pendiente hasta el fondo, naturalmente, como los arroyos que van a dar al mar. Una vez en el campo, debido a su esencial incapacidad, o por desgracia, o por culpa de cualquier incidente trivial, se han visto arrollados antes de haber podido adaptarse; han sido vencidos antes de empezar, no se ponen a aprender alemán y a discernir nada en el infernal enredo de leyes y de prohibiciones, sino cuando su cuerpo es una ruina, y nada podría salvarlos de la selección o de la muerte por agotamiento. Su vida es breve pero su número es desmesurado, son ellos, los hundidos, los cimientos del campo, ellos, la más anónima, continuamente renovada y siempre idéntica, de no hombres que marchan y trabajan en silencio, apagada en ellos le llama divina, demasiado vacíos ya para sufrir verdaderamente. Se duda en llamarlos vivos: se duda en llamar muerte a su muerte, ante la que no temen porque están demasiado cansados para comprenderla…»
«…hay otra vasta categoría de prisioneros que, no favorecidos inicialmente por el destino, lucha tan sólo con sus fuerzas por sobrevivir. Hay que remontar la corriente; dar la batalla todos los días al hambre, al frío y a la consiguiente inercia; resistirse a los enemigos y no apiadarse de los rivales; abusar del ingenio, ejercitar la paciencia, fortalecer la voluntad. O, también, acallar la dignidad y apagar la luz de la conciencia, bajar al campo como brutos contra otros brutos, dejarse guiar por las insospechadas fuerzas subterráneas que sostienen a las estirpes y a los individuos en los tiempos crueles. Muchísimos ha sido los caminos imaginados y seguidos por nosotros para no morir: tanto como lo son los caracteres humanos. Todos suponen una lucha extenuante de cada uno de nosotros, y muchos, una suma no pequeña de aberraciones y de compromisos. El sobrevivir sin haber renunciado a nada del mundo moral propio, a no ser debido a poderosas y directas intervenciones de la fortuna, no ha sido concedido más que a poquísimos individuos superiores, de la madera de los mártires y de los santos.
Primo Levi

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Auschwitz, Polonia
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-120 MM- ILFORD DELTA 3200
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ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
CLORURO DE ORO
Tamaño
15,8 x 20 cm
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1
Año de copiado
2015
Fecha de diario
2014-09-30
Referencia
7177

…»Todos los sanos (quitado algún bien aconsejado que en el último instante se desnudó y se echó en cualquier litera de la enfermería) partieron durante la noche del 18 de enero de 1945. Debían ser cerca de veinte mil, procedentes de varios campos. Casi la totalidad desaparecieron durante la marcha de evacuación.»
«El campo estaba en silencio. Otros espectros hambrientos deambulaban explorando como nosotros: barbas ya largas, ojos hundidos, miembros esqueléticos y amarillentos entre andrajos. Mal sostenidos por las piernas, entrábamos y salíamos de los barracones desiertos sacando de ellos los más diferentes objetos: contraventanas, cubos, cazos, clavos: todo podía servir, y los más previsores ya pensaban infructuosas operaciones mercantiles con los polacos de los campos circundantes.»
«El montón de cadáveres de enfrente de nuestra ventana se derrumbaba ya fuera de la franja. A pesar de las patatas, la debilidad de todos era extrema: en el campo ningún enfermo se curaba, por el contrario, muchos enfermaban de pulmonía y de diarrea: los que no habían estado en condiciones de moverse o no habían tenido energía para hacerlo yacían entumecidos en las literas, rígidos de frío, nadie se daba cuenta de cuando se morían.»
«26 de enero de 1945. Yacíamos en un mundo de muertos y de larvas. La última huella de civismo había desaparecido alrededor de nosotros y dentro de nosotros. La obra de bestialización de los alemanes triunfantes había sido perfeccionada por los alemanes derrotados».
«Es hombre quien mata, es hombre quien comete o sufre injusticias; no es hombre quien, perdido todo recato, comparte la cama con un cadáver. Quien ha esperado que su vecino terminase de morir para quitarle un cuarto de pan, está, aunque sin culpa suya, mas lejos del hombre pensante que el más zafio pigmeo y el sádico más atroz.»
«En la Alemania de Hitler se había difundido una singular forma de urbanidad: quien sabía no hablaba, quien no sabía no preguntaba, quien preguntaba no tenía respuesta. De esta manera el ciudadano alemán típico conquistaba y defendía su ignorancia, que le parecía suficiente justificación de su adhesión al nazismo: cerrando el pico, los ojos en las orejas, se construía la ilusión de no estar al corriente de nada, y por consiguiente de no ser cómplice, de todo lo que ocurría ante su puerta. Saber, y hacer saber, era un modo (quizás tampoco tan peligroso) de tomar distancias con respecto nazismo; pienso que el pueblo alemán, globalmente, no ha usado de ello, y de esta deliberada omisión lo considero plenamente culpable. Primo Levi

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Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Auschwitz, Polonia
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-120 MM- ILFORD DELTA 3200
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CLORURO DE ORO
Tamaño
15,8 x 20 cm
Copiado máximo en soporte baritado
1
Año de copiado
2015
Fecha de diario
2014-09-29
Referencia
7176

…»En el Lager la lucha por la supervivencia no tiene remisión porque cada uno está desesperadamente, ferozmente solo. Si uno vacila, no encontrará quien le eche una mano; encontrará más bien alguien que le eche a un lado, porque nadie está interesado en que uno más se arrastre cada día al trabajo; y si alguno, mediante un prodigio de salvaje paciencia y astucia, encuentre una nueva combinación para escurrirse del trabajo más duro, un nuevo arte que le rente unos gramos más de pan, tratará de mantenerla en secreto, y por ello será estimado y respetado, y le producirá un beneficio personal y exclusivo; será más fuerte, y será temido por ello, y quien es temido es, ipso facto, un candidato sobrevivir.
«Se negaban a dirigirnos la palabra, y sólo algunos, realmente muy pocos, se apiadaron de nosotros; con ellos acabamos comprendiéndonos. Es muy importante la comprensión mutua. Entre el hombre que puede hacerse comprender y el hombre que no puede hacerse comprender hay un abismo: uno se salvará, el otro no. También esto es fruto de la experiencia del Lager: la fundamental experiencia de la importancia de comprender y ser comprendido. A mi modo de ver, entre las primeras causas de tantos naufragios en el Campo, la lengua, el lenguaje encabezaba la lista.»
«Sí, todos sufrían substancialmente una profunda modificación de su personalidad, sobre todo una atenuación de la sensibilidad en lo relacionado con los recuerdos del hogar, la memoria familiar; todo eso pasaba a un segundo plano ante las necesidades imperiosas, el hambre, la necesidad de defenderse del frío, defenderse de los golpes, resistir a la fatiga. Todo ello propiciaba condiciones que pueden calificarse de animales, como las de bestias de carga.»

«…De este modo, desnudos y con la ficha de la mano, esperábamos a que la comisión llegara a nuestra barraca…Aquí, delante de las dos puertas, está el árbitro de nuestro destino, que es un suboficial de la SS. Tiene a la derecha al Blockältester, a la izquierda al furriel de la barraca. Cada uno de nosotros, saliendo desnudos del Tagesraum al frío aire de octubre, debe dar corriendo los pocos pasos que hay entre las puertas delante de los tres, entregar la ficha al SS y entrar por la puerta del dormitorio. El SS, en la fracción de segundo entre las dos pasadas sucesivas, con una mirada de frente y de espaldas, decide la suerte de cada uno y entrega a su vez la ficha al hombre que está a su derecha o al hombre que está a su izquierda, y esto es la vida o la muerte de cada uno de nosotros. En tres o cuatro minutos, una barraca de doscientos hombres está terminada y, durante la tarde, el campo entero de doce mil hombres.»Primo Levi

"Somos flechas disparadas del vientre de nuestra madre, y aterrizamos en un cementerio". Kjell Askildsen

"Morir, en la última muerte, vencido por el sueño". Píndaro

"La vasta y vaga y necesaria muerte". Jorge Luis Borges

“Tal vez lo que ocurrió no deba ser comprendido, en la medida en que comprender es casi justificar”. Primo Levi

Recuerdo de una muerte pavorosa…

Perfectas celebraciones fotograficas: los cementerios…