El ladrón del último pollo en el mundo…
ÉRASE UN HOMBRE HAMBRIENTO:
Inocencio no es inocente, sino culpable, como demostrará la secuencia fotográfica de la que Inocencio, el Culpable, ni se enteró. En su estado de extrema necesidad e impaciencia, le traían absolutamente sin cuidado las consecuencias de su
asalto…
…Inocencio, abrió la desvencijada nevera y se sintió aliviado. Allí había algo que buscaba: sencillamente comida. Un pollo muerto y desplumado que le solucionaría su hambre, al menos a lo largo de un día…
…Inocencio agarró el pollo entre sus manos con ansiedad. El pollo estaba listo para guisar, pero Inocencio no sabía cocinar y encima el pollo no le gustaba.
Llevaba tres días sin comer y ante esa perentoria necesidad los detalles
carecían de importancia…
…Inocencio, súbitamente, emprendió la huida. Salió corriendo con el pollo en la mano. Había oído ruidos en la puerta de entrada de la casa.