"…desde la infinita progresión de la sombra…" José Ángel Valente

«Cuando busco una palabra que me agrade y entristezca a la vez, sólo encuentro una: olvido. No acordarse ya de nada, mirar sin recordar, dormir con los ojos abiertos sobre el Incomprendido»… Cioran

«No hay que olvidar nada». Philip Roth

«Todas las cosas resbalan al olvido, inmenso abismo que te precedió y habrá de seguirte». Marco Aurelio

«Si me olvidase de lo que no he sido, me olvidaría de mí». Antonio Porchia

PRÓLOGO Julio. Mes de temperatura extrema. No hay intervalos. No hay tregua. El Diario, este mes de sofoco y neurastenia, una representación en tres actos con dos argumentos contrapuestos, aunque difusos e intercambiables: La Realidad y la Ficción; la Memoria y el Olvido; la Vida y la Muerte.
Diez días para cada una de ellos. Cada día, una Cita y una Fotografía. Las citas: de Otros. Las fotografías y el orden de actuación: de -el Fotógrafo- (que realmente no lo es). Así son las cosas cuando cunde el desánimo. Época de sequía y de exigua recolección. Los lechos de los ríos se resquebrajan y sólo las arteras culebras serpentean entre las hierbas resecas. El hombre, mientras, hasta que llegue la lluvia y afloje el calor, esconde su desorientación en espacios umbrosos y desolados sin saber hacia qué lado dirigirse. Extiende los brazos y palpa la pared intentando orientarse, pero nada, sólo estupor e incertidumbre. No entiende nada ni sabe de nada, sólo puede recordar todo el ridículo que acumula su memoria, y así hasta que por fin estalle en mil informes y deformes pedazos.
P.S: El Fotógrafo (que realmente no lo es), declara solemnemente que, después de varios años intentándolo, por fin lo ha conseguido: -fotografías y textos nada tienen que ver entre sí-. Por ello, y mientras llega el seguro y
clamoroso reconocimiento mundial, se felicita a sí mismo abrazándose.
Efusivamente.