DIVERSIDAD CREATIVA: La televisión y el bulto que la miraba no se movían, pero el cuadro sí; los maniquíes y una RB67…
…Sigo con el arte –conceptual– y/o-performativo-: siempre me ha llamado poderosamente la atención que, en muchos casos, la idea que origina la obra plástica, es débil y escasamente elaborada como concepto, o sencillamente simplista, o elemental. Por ejemplo, cuando Joseph Beuys realiza la performance Cómo explicar cuadros a una liebre muerta, la puesta en escena es, en sí misma, superior a los conceptos que al parecer la motivaron: «representar la sensación de secretismo que dominaba al mundo» o, que los animales, incluso muertos, tenían «mayor capacidad de intuición que la mayoría de los humanos, con su estúpida racionalidad». En fin, puede que todo eso sea cierto pero, para qué devaluar la potencia revulsiva de una representación y la potencia iconográfica de su puesta en escena conceptualizándola? La creación, entonces, es subsidiaria de otras intenciones, luego fallida. Sol LeWitt, dice «El arte conceptual es bueno sólo si la idea es buena»; no me parece suficiente. Creo que, si se quieren expresar ideas, mejor utilizar las palabras y dejar las artes plásticas abiertas al dominio de la sugestión y la forma. No obstante, yo, haría bien en revisar mis acerbas y frecuentes críticas al arte conceptual…
Y, en contraposición con la memoria, el PRESENTE. Cuál sería el olvido fotográfico: la no acción fotográfica. Supongo que esa rápida y obvia reflexión me remite a que la fotografía es consustancial a la pervivencia de la memoria, o más bien del recuerdo, más o menos inteligible o interpretable. Lo que, lamentablemente, me remite a una vertiente sumamente estúpida de mi empeño, porque el recuerdo de mis otros tiempos, los pasados, están impregnados de una ingrata sensación de ridículo estéril e innecesario. Aunque, quizá, lo sucedido sólo haya que tomárselo con neutralidad curiosa, sin más. «La Fotografía no rememora el pasado (no hay nada de proustiano en una foto). El efecto que produce en mí no es la restitución de lo abolido (por el tiempo, por la distancia), sino el testimonio de que lo que veo ha sido. La fotografía no dice (forzosamente) lo que ya no es, sino tan sólo y sin duda alguna lo que ha sido». Roland Barthes. No obstante, después de leer la cita de Barthes me pregunto si no sería conveniente, para evitar ciertos trastornos del alma, destruir todas las fotografías y así extirpar el dolor del pasado. Intento evitar ese peligro y jamás fotografío para auxiliar a mi memoria, sino para sostener mi presente. Las fotografías como remembranza no me interesan en absoluto, sino únicamente cuando –son– en tiempo presente al realizarlas y después al removerlas. Pero siempre como parte de mi vida y tiempo real; independientemente de lo que representen iconográficamente. Aspiro a la abolición del tiempo, al menos fotográficamente ¡qué tontería más estimulante!
EL LIBRO DE LA RISA.
Gore. Descuarticé el maniquí sin crueldad ni culpa. Todo era por el arte.
EL LIBRO DE LA RISA.
Ocurrente. Si colocas un elemento en un escenario ajeno o extraño a su naturaleza, o te acercas al arte o a la ocurrencia. Elige lo que prefieras.
pepe y las citas V: «Pintar es hacer aparecer una imagen que no es la de la apariencia natural de las cosas, pero que tiene la fuerza de la realidad». Raoul Dufy. Sí, fotografiar es algo así, pero al revés: -hacer aparecer una imagen real, pero que nos transporte a su irrealidad y de paso a todas las que pueda aludir y sugerir-. Es sabido que todas las cosas y todas las imágenes pueden tener múltiples reflejos, sorprendentes y desconocidas resonancias…
…No obstante, he buscado y buscado una fotografía POÉTICA; bueno, que me pareciera que tuviera «algo» de espíritu o halo poético. He empleado mucho tiempo y no lo he conseguido, porque, además, a estas alturas de la historia, tengo que eliminar las dos mil ochocientas seis ya publicadas en este diario. Mi deseo es irrenunciable, por ideal, e inalcanzable: ser fotógrafo-poeta, o viceversa. Parafraseando al autor del mes (Breton): «La fotografía será poética o no será«. El problema radica (al menos en mi caso), en que tengo una estupenda cámara y el gusto por hacer fotografías, pero tengo alma de oficinista (nadie que no lo sea se pasa treinta años en una oficina, por mucho hambre que pueda pasar si se va). Ahora toca una cita: «En cierto sentido, la poesía es como tomar fotografías, mientras que la prosa es como filmar con una cámara cinematográfica. Paul Auster.